Thu Nguyen, la artista que se llevó la luz consigo

Thu Nguyen, la artista que se llevó la luz consigo
"Influenciada por Andrew Wyeth, he creado un trabajo realista con un sentido de lo conceptual, no solo una cuadro bonito más. Quiero que cada cuadro cuente una historia, mi historia".

Cuando creó su galería en VirtualGallery.com, de Thu Nguyen nos interesó su realismo aplicado a lo más cotidiano, nos deslumbró cierta luz que baña sus cuadros y nos sorprendió el contraste entre las escenas familiares en las que las protagonistas son sus hijas y el propio cuerpo desnudo de la artista como objeto central de algunas de sus obras. Por otro lado, forma parte de ese grupo transversal que podríamos denominar como "artistas desterrados", creadores que por uno u otro motivo han acabado residiendo y desarrollando su tarea creativa lejos de sus lugares de origen, y cada vez que encontramos un artista que nos interesa y vive así, nos preguntamos por las implicaciones de este destierro en la obra que desarrolla. En el caso de Thu, la indagación sobre sus motivaciones para pintar nos lleva directamente al salto de su Saigón natal al corazón de Pennsylvania. "Nací en Saigón, Vietnam, pasé gran parte de mi infancia en el piso de arriba haciendo colchas, ropa para las muñecas y pintando en vez de jugar con los otros niños. Mi pintura ganó el premio Best of Show en 1974 en una exposición infantil en Saigón patrocinada por UNICEF. En 1975 , mi familia se dividió. Terminé en Hong Kong durante un año antes de emigrar a los Estados Unidos como huérfana. Después de un invierno con mucha nieve y frío en Pennsylvania , vine a Los Ángeles". Y percibimos que sus obras se iluminan de tal manera que sugieren ciertos ambientes del sudeste asiático, lo que nos lleva a pensar que Thu, al emigrar a Estados Unidos, se llevó consigo la luz de su tierra natal.

"Siempre he estado interesada en el arte. Empecé a pintar cuando tenía 5 años de edad. Yo solía ver a mi tío pintar y deseé crecer convirtiéndome yo misma en un pintor." En este artista se escenifica con particular intensidad una disociación cuasi esquizoide de la cultura artística norteamericana, en la que lo popular y lo culto no pueden separarse sin afectar órganos vitales en ninguna de las artes cultivadas, de la literatura y el cine a la música y las artes visuales, como podría hacerse con facilidad en Europa. Sin embargo, Mr. Wyeth, el "pintor del pueblo", habiendo desarrollado una carrera artística que le supuso fama y fortuna, creando obras de una reconocible belleza intrínseca, acabó hostigado por una perpetua controversia con la crítica oficial. El historiador del arte Robert Rosenblum, cuando le preguntaron por el artista más sobrevalorado y el más subestimado, escogió el nombre de Andrew Wyeth para ambas categorías. Todavía en vida sus exposiciones convocarán colas kilométricas mientras cierta crítica "culta" se burlará llamándole "ilustrador realista" o encontrará monótona su temática rural.

Andrew Wyeth y Thu Nguyen coinciden en proponer un realismo exquisito, de una gran técnica formal, por debajo del cual fluyen fuertes emociones, contenidos simbólicos y elementos no figurativos, conceptuales, que narran la propia historia de la obra y la vida personal del artista. Tampoco Wyeth rehúye el desnudo, aunque se centra en una desnudez femenina no idealizada, de una carnalidad como la de Lucien Freud (1922-2011) –si dejamos el paso del tiempo o la muerte de un lado-, pero sin ese "radicalismo" que supone pintarse a uno mismo, y que han practicado mujeres como Paula Modershon-Becker (1876-1907), Frida Kahlo (1907-1955), Alice Neel (1900-1984) o Jenny Saville (1907) , entre otras. El autorretrato de la propia desnudez podría entenderse como un paso más de las mujeres por derribar tópicos en el mundo del arte, en el que todavía son una minoría. El último informe anual sobre el mercado del arte de la consultora Art Price no se señala ninguna mujer entre los diez pintores contemporáneos más vendidos en Estados Unidos, China o Europa. Julie Mehretu (1970), la pintora abstracta etíope, es la primera mujer en la lista de los 500 artistas más vendidos de 2013 en la posición número 33.

Cuando preguntamos a Thu sobre la situación de las mujeres en el mundo del arte nos contesta: " sí, las mujeres siguen siendo minoría en comparación con los hombres en el mundo del arte, pero las cosas están mejor que antes [...] Las galerías tienden a promover a los artistas masculinos sobre las artistas mujeres en muchas de las situaciones a las que me he enfrentado durante mi vida. No se me ocurre ninguna artista femenina americana de origen vietnamita que esté siendo promocionada y lanzada a la fama aquí en Estados Unidos en comparación con algunos artistas masculinos norteamericanos de origen vietnamita que se han convertido en estrellas, no mencionaré nombres".

Thu Nguyen es una artista acostumbrada a situarse bajo la mirada del espectador, "hice un papel en la película de Oliver Stone "Cielo y tierra", después otro protagonista en la película de Elizabeth Hong Yang "Touch Within" en China, donde trabajé como modelo durante cuatro años".  "Mis experiencias vitales han sido mi inspiración para pintar. Crecer en Hollywood me inspiró para hacer mi pintura más teatral. Para mí, mis cuadros son películas de mi vida mostradas como arte visual".

Al preguntarle por el proceso que sigue desde que concibe una obra hasta que la termina, Thu contesta: "no tengo herramientas especiales, sólo las pinturas y los pinceles tradicionales. Normalmente pienso en una idea para la próxima pintura durante un tiempo antes de ponerme a hacerla. Pienso en la historia que quiero contarles a mis espectadores. Tampoco tengo un estudio de lujo, actualmente vivo en un pequeño apartamento con mi familia y despejo un área para crear mi espacio de trabajo". Medios y estudio sencillos y corrientes para una creatividad que convierte en eternos los momentos más cotidianos o los más íntimos de la vida, recreando el universo totalmente personal de una mujer. "Amo pintar porque me procura un gran disfrute. Me pierdo a mí misma en el tiempo y las preocupaciones del día a día simplemente se desvanecen... y cuando he completado una pintura, siento como una parte de mi permanecerá cuando me haya ido."  

Guillermo Herranz Luna, Community Manager de VirtualGallery.com.

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